A veces cuando llueve
mi mente se consume
en tétrica nostalgia,
ignoro si me atormenta, el ayer,
o si es la incertidumbre
del impreciso mañana.
Me siento tan perdida
tan confusa y extraña,
que me cercan las redes
tejidas por la araña
en la cual me convierto
dentro de mis paredes.
Soy muro impenetrable
en esta aciaga hora,
donde siento una mezcla
de rabia y desconcierto,
donde ni yo comprendo
qué me pasa o qué siento.
Nunca me he comprendido
y ahora mucho menos,
no puedo definir
en qué mundo me encuentro
o en qué mundo me pierdo.
Represento la incógnita
de quien busca lo cierto,
mas no tiene certeza
que en todo su universo,
encuentre un día algo
que pueble su desierto.
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MIRIAM RINCÓN U.