¿Qué fue de aquellas sonrisas?
¿Qué fue de todos tus tequieros?
¿Qué fue de tu ya etérea dicha?
¿A dónde se fueron todos tus besos?
Hoy, tú estás ahí, inmóvil y apagada,
mientras me devaneo acariciando tu pelo;
tú, con una muesca de hastío en tu rostro
y yo, intentando atrapar uno de tus sueños.
¿Dónde duermen tus ilusiones?
¿Dónde están inmersos tus pensamientos?
¿Quién ha robado tus amores?
¿Por qué eres ahora sólo unos calados silencios?