*Oasis*
La arena suave de dunas me encandila entre sudores
la enormidad del desierto se impregna de mil colores,
no existe sendero alguno todo se envuelve en olores
la expectación del Oasis entre espejismos me acoge.
*Dunas*
Proboscidios dromedarios, con las espuertas caminan
en fila inmutable marchan mientras el astro acoquina,
están las dunas del Sahara promoviendo una arenisca
que abrigue con polvo de oro el soplar de la ventisca.
*Magia*
Un mar de almagre y canela se encaja de luz radiante
están las piedras redondas engarzadas con brillantes,
mientras los hombres azules calientan el té de tarde
con el fuego de las plastas resecas hasta que arden.
*Excelso*
Un saber de piel oscura que mima la tierra que arde
se ajetrea entre las Jaimas entre el ocaso y la tarde,
el Caíd de los desiertos se acrecienta con su alfanje
mientras las dunas de viento ondulando su donaire.
*Insigne*
Las palmeras verde claras te saludan cuando andes
en el brocal de las aguas del Oasis que me ensalce,
con el untar de la miel y el subyugar de los dátiles
se envuelve de insigne azul el beduino en la tarde.
*Magno*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
16 de octubre de 2011