Quería tener un abrigo, con una chaminera, con llamas calientes y rojas, con una gran ventana, de donde podría mirar al mar, un reloj que anduviera deprisa, para te acoger, al final del día.
Un piso pequeño, sin lujos, solamente con cosas útiles, confortable, con mucha luz, y tenerte a ti.
No sé bien quién eres, pero tampoco sé quién soy, estamos iguales.
Solo sé que eres mi sueño, mí futuro, el único que me ha quedado, de mí vida.
No de antes de ahora, cuando empecé a soñar.
El misterio de la vida, insondable, incomprensible, imprevisto, me cogió desprevenida.
Como un barquito, voy al correr de la corriente, en paz y calma, como no sé lo que voy a encontrar, estoy serena.
Sea lo que sea, nada me quita mí deslizar, por el agua y lo que voy viviendo, tiene sido tan bueno!
Compensa, toda una vida sin vivir, compensa, la incomprensión, los comentarios injustos, de quien cree que vive cuando lo que hacen es ser muerto vivo.
Un año, que cambio! Que momentos de felicidad, son tan fuertes que olvido mí soledad, mí estar sola, del reproche de mí familia, qué más da! Tengo mis amigos verdaderos, que me ayudan a ver claro, con sus consejos, que los tenga toda la vida.
Por eso cuando me llaman por internet, o me envían sus mails sé que estoy acompañada, cuando estoy lejos de mí sueño.
El verano ya ha terminado, el otoño es triste, aun más el invierno, pero tengo la primavera dentro de mí, cariño tus eres el calor del sol, el cantico de los pájaros, la brisa que me acaricia, el día de mañana, eres un regalo de Dios.
Pienso muchas veces que no merezco una persona tan sencilla, franca, honesta y caliente de amor como yo.
Difícil el material, no estar en medio, pero tú de mí solamente quieres, lo que soy, con mis arrugas, mis defectos y mi manera de ser.
Tengo la prueba, eso me hace feliz.
Llorar el pasado, no arregla nada, un amor perdido tampoco, vivir haciendo de cuenta que nuestra pareja es el ser que amamos, pero solo es un comodísimo, un hacer de cuenta, para mí no sirve.
Quiero cuando esté delante de mí criador, pueda mostrar que la vida que me ha prestado, la viví, con moral, con clareza, sin mentiras.
Y que hice lo que me ha mandado amar a los otros como a mí misma. Si ellos no me aman es su problema.
Soy única, como todos son, sin culpa de tener tanto dentro de mí corazon para regalar.
Quiero lo que cabe en una mano, que sea tanto que me llene el alma de felicidad.
Aquí queda mí confesión, que poco quiero de lujo, de sociedad, de ser una elegida, para tener todo, que el dinero puede dar.
Solamente te quiero, dulce, sencillo. Sincero y cariñoso, como yo. Ya verás vamos a ser felices, aprovechar el tiempo, vivir y dar por bueno todo lo que pasamos en la vida, con lágrimas, desamor, el olvido y sufrimiento.
Carminha Nieves