En una tarde soleada, sin saber lo que me esperaba, llegaste tú a mi vida y emprendimos lo que hoy continúa. Somos de grupos diferentes, lo sé, pero eso no quita el deseo de tenerte en mi vida. No fuimos como somos desde un principio, pero con el tiempo aprendimos a apreciar con mucho sacrificio. No te niego que plato de segunda contigo me he sentido, y mas de una vez pensé esta relación llegaría a su fin. Nos comunicabamos a través de cartas en busca de una solución, no se si por temor o timidez, o simplemente la memoria me falle. No creo que nunca encontramos la respuesta a nuestras preguntas y sin tener más palabras, otra persona ocupaba mi lugar. La cosa es que esas cartas se quemaron en el fuego del olvido, porque el pasado quedo atrás, y yo solo pretendo seguir adelante. No muy tarde te diste cuenta que yo siempre estuve aquí, con los brazos abiertos, esperando por tí. Mano a mano crecimos y aprendimos que el tiempo siempre tiene la última palabra. Al parecer, es verdad lo que dicen, si lo quieres, dejalo ir, porque si regresa siempre fue tuyo, y sino nunca lo fué. Lo que compartimos es hermoso y es lamentable que no muchos conozcan el sentimiento. Contigo los momentos de alegrías y sonrisas, de tristezas y lágrimas, los instantes de decepción e irritación, los momentos de incoherencia y risotadas… los momentos inolvidables y los momentos que borré por siempre, no porque quise, sino por mi memoria innoble, son cosas que guardo en el baúl de los recuerdos donde bien los conservo para nunca perderlos. Hoy, quiero que sepas que no hay otra persona mejor que tu para mí. Yo se que te regaño y te hablo muy directo a veces, pero sabes que todo es por cariño, y como cosa rara, abrirte los ojos. Significas mucho mas de lo que sabes para mi porque eres todo lo que necesito para iluminar mi día cuando las nubes entristecidas cubren el sol. Eres lo que eres, un ser increíble; eres la cobija que me calienta cuando siento congelar el cuerpito de spaghetti que tengo lol. Eres el agua a mi sed cuando me encuentro en un desierto; eres quien me ayuda a mantener la fé cuando todo parece estar perdido; eres mi pañuelo de lágrimas, mi llamado a la realidad, mi delirio, mi alarma, mi diario, y mi vida. Eres la mejor de las mejores y no es necesario repetir las mismas frases que todas se dicen porque mis actos hablan más que mis palabras. Este mensaje me sale sin ninguna dificultad y disculpas te pido porque se que no rima como te gusta… pero esto es lo que te doy, palabras sinceras que salen del corazón… Gracias Diosito por darme a la mejor de las mejores amigas!