La filosofía Elizaldiana como tal
Es un grito ancestral
De alguien que no está en reposo.
Es ansiedad vital
Por quererme y valorar
Si tener lo material.
Es esbozo
De algo elemental
Como mi transito a la muerte
Con mi suerte enriquecida.
Es contemplar la aurora
Soñando a quien amar.
Es dar
Y burlarme de la gloria.
Mi noria
No quiere claudicar ante la euforia
De mis napas que no tienen dimensión.
La olla es a presión.
El punto de cocción
Se pierde en la memoria.
No hay ebullición ni traslación.
Solo hay rotación
Hasta quebrar el eje.
No hay un jefe.
Siendo un obrero sin patrón
No existe nadie quien dirija ni maneje
Mi perdición.
Filosofía Elizaldiana
Debo tomarla en serio
Y en consideración.