En el lecho de rosas
te vio tu madre nacer.
En la pureza de su dulzura
te ha visto crecer.
Entre estaciones te ha visto
llegar a las puertas de la casa de Dios.
Tu alma de niño es graciosa
y llena de la vid del mejor viñedo
como adulto te has presentado
con cualidades de ángel te han soñado.
Criatura magnifica de la eterna sonrisa,
envuelves la brisa con esfuerzo y carácter
entre noches y días,
entre inviernos y estrellas
has guardado
como un tesoro
la pureza que es un tesoro.
Niño de las cuatro fiestas,
de los tantos días de las arenas del tiempo,
eres en el lecho de rosas
el niño perfumado,
el dulce pequeño,
un destello en el tiempo.