En el último momento,
Sus miradas se perdieron entre lágrimas;
sus labios en promesas y acalorados besos;
sus tristezas en un adiós muy lastimero
y, diciéndose mutuamente: ¡No me olvides!
No me olvides que te llevo dentro,
no me olvides que mi voz será un lamento
que te llegará con el viento,
para nombrarte, para llamarte, para decirte:
¡No me olvides!...
No me olvides que llega el invierno
Y sus lluvias simulan mi llanto
que moja mi alma, y en ella reverdeces
Como hierba fresca como hiedra y grama.
No me olvides que la noche se enreda
Entre mis congojas porque no te tengo
No me olvides que el tiempo es eterno
Y en él solo caben nuestros sentimientos.
Llévate mis manos caricias vehementes
Llévate mis ojos miradas ardientes
Llévate mi alma que sabe quererte
Llévate mi vida que sin tus pisadas
En este mundo no tiene cabida, no tiene sentido
No me olvides vida, quédate en mi vida
Por siempre amor por siempre. Y,
¡Nunca me olvides!