Llueve y el día es gris y triste, así como mi alma también hoy se siente triste, tras el cristal veo las rosas del jardín que ante la inclemencia de la lluvia ahí están…esperando quizás el final de la lluvia o su mismo final.
Al verlas me hacen recordar…que así estoy yo en esta triste soledad, esperando un amor en la inmensidad, un amor que un día toque mi corazón y lo haga latir sin cesar, que lo haga sentir amor de verdad.
¿Más aún hay tiempo para amar? ¿Aún puedo soñar con amar en verdad?
Tengo una ilusión, esa ilusión que nació en el instante mismo que vi tu dulce mirar…ahí nació mi amor en tus ojos como el mar, me dejaste sin aliento y solo quise pensar, que tú eras el ángel de amor que espero para amar.
Te sigo día a día, y solo pido un instante de tu dulce mirar, pido una palabra dulce para que me hagas temblar, me emociona el saber que un día llegarás y me abrazarás, me besarás y seremos dos almas que se amarán en la inmensidad.
Sueño contigo en mi cama, y tu silueta dibujo en mis sábanas blancas…siento tus brazos y me fundo en ellos, me dejo llevar por tus caricias sutiles y sensuales, me miras a los ojos y dices “te amo” y vuelcas en mi todo tu fuego, y nos amamos cada instante, hasta tocar el cielo.
El alba llega y sus cálidos rayos en mi cara me despiertan…¡Oh cruel realidad! Tú no estás aquí, solo una ilusión efímera fuiste en esta soledad…solo un sueño de amor que quizás no será jamás…
Al final sigo soñando…soñando con un amor dulce y especial, ese amor que está en la inmensidad del mar y que un día llegará y me hará vibrar…al final de cada día volveré a soñar, a soñar contigo en la inmensidad.
Solo espero que todo sea una bella realidad, que tu llegues a mi lado y no te vayas jamás… No quiero terminar llorando una vez más… no quiero volver a estar en la soledad… porque la melancolía y la soledad me matarán al final.