*Devoción*
Te acuerdas señora en nuestra mocedad de lisonjas sanas
cuando el cariño y una rosa roja llenaba de candor tu alma,
siempre se arremangaba la ilusión y volaban las mariposas
cautivada de ver la lozanía y el ser brillar en la sombra loca.
*Recuerdo*
Ahora cuando ha tocado el instante que marchita el tiempo
serenos y ahítos de afecto tenemos que sentirnos aviados,
la edad que nos aleja de coitos hace casta la vida encelada
es llegado el tiempo sacrosanto del primor de la serenidad.
*Memoria*
Me encadena la sumisión de una avaricia fuerte y dadivosa
me ofusca la vana esperanza ansiosa de las caricias rosas,
tierna y elegante entre el libre albedrio de obtener favores
te recubres vencida entre las sabanas bordadas con hojas.
*Estampa*
Constreñirte en abrazo sin pensamientos de ardor alocado
confina al soplo de la noche la promesa de acerba castidad,
cuando llegue la cosecha avanzada de una aurora avejenta
el cariño de mí vida se esfumaba con el roce de la soledad.
*Encanto*
Has sido la reina madre que engalana el ser de una familia
rozas las manos con todas las ramas de yantares buenos,
no reclames nada al esposo que te quiso tan encadenado
con una crepitud que irrigase y ensalzase la virtud de serlo.
*Rectitud*
Autor:
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
17 de octubre de 2011