Lucas: 13:2-5
\"Respondiendo Jesús, les dijo: ¿Pensáis que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos?\" Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente. O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿pensáis que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén? Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.\"
¿Has visto horrorizado
las noticias de guerra,
con niños mutilados,
con fuego y explosiones,
con las pilas de muertos,
contados por montones.
Y sientes estrujarse
contrito el corazón?
¿Te asombras y estremeces,
de ver fotos de escenas,
de gente ejecutada,
ya sea por las guerrillas,
ya porque fueran rehenes,
de narcotraficantes,
por adversarios ,
por informantes.
Por ser víctimas pobres
de bestias criminales,
de maras y otras chusmas,
o de hijos del Islam?
Con huellas de tortura,
de ultraje, o bien decapitados.
Aumentando los ríos de sangre,
del perverso holocausto
presentado a Satán.
Si cuando miras catástrofes,
temblores, huracanes,
derrumbes y deslaves,
o las inundaciones,
la furia de las aguas,
del fuego, de la tierra,
cortar por multitudes
la vida de inocentes, de torpes,
de malvados, sin distinción
de idioma, de origen, ni de estirpe.
Y el estupor de aquellas
noticias de desmanes
despierta en ti angustia
y conmiseración.
Preguntas sin respuesta
por qué suceden cosas
tan crueles y tremendas.
Y tu pregunta queda
sin clara solución.
Si igual sientes congoja,
por tantos homicidios,
por las madres que matan
sus hijos desde el vientre,
o por los que carentes
de indicios de moral
trafican con gente,
o del poder abusan.
¿Se estruja tu conciencia,
porque haya pedofilia,
y delitos sexuales?
Sin distinción de atuendo,
dignidad ni investidura,
lo mismo en progenitores,
en vándalos, o en curas,
pastores, y otros ministros,
apóstoles del diablo,
hijos de iniquidad,
tipos del anticristo,
traidores que en el fuego
Eterno su destino hallarán.
Si en lodo hasta el cuello
te sientes atrapado,
o en apostolado prístino
te encuentras, mira muy bien
que sea de DIOS, y no del diablo,
huye de Babilonia,
que el fin ya cerca está.
Sea que en esta noche
toque a tu puerta la Parca,
o la final trompeta
conmueva las potencias
del cosmos y la tierra.
Como dice en el libro
de el apóstol Juan.
¡Huye de Babilonia!
Y si estás en el terrado,
no bajes a tu casa por
prenda o provisión,
huye con prisa del
punto donde vivas.
Pues dice la Escritura
que viene destrucción.
Si bien estimas tu vida,
si estimas a tus hijos,
sé bienaventurado.
Y guarda las palabras
De esta profecía,
que DIOS no quiere muerte,
mas reconciliación.
Quiere DIOS que tú vivas,
y que vivan tus hijos.
Quiere DIOS que le adviertas
a quien sea tu vecino,
como te advierto yo.
Que destrucción y muerte
como la que ahora miras,
irá en terrible ascenso
como antes no se vio.
Y si ahora te parece
que lo hemos visto todo,
te digo, no te engañes,
que aun falta lo peor.
¿Y quién os ha enseñado
a huir del día de la Ira,
del Verdadero DIOS?
¿Quién soy yo para daros
este mensaje cruento?,
yo no soy nadie, yo no cuento,
soy uno igual que tú,
no lo hablo de mí mismo,
lo hablo en el Nombre de
Aquel que a ti me envió.