Dunas en mi desierto,
son tus mujeres hermosas,
flores de estampa de gala,
iluminan calidos horizontes.
El sol tú fiel enamorado,
partir no quiere sin besarte,
aunque la noche impaciente,
ya quiera cobijarte.
Llena de algarabía la “callejoneada”
con tambora y bombo acompañada,
disfrutando del mezcal,
en los jarritos de barro.
Bella ciudad te adornan,
patrimonios culturales,
que son de tu hermoso rostro
joyas divinas y amadas…
Tu cerro de la bufa
y la mina del edén,
el parque la encantada,
y el museo del coronel.