Si te arrojé perfume,
amiga mía, no recuerdo.
Pero, de ti, un sol de anécdotas
me habitan.
Ahora te lanzo un mar,
un río nuevo,
un manantial de fresca agua bendita.
yo,
mi familia: Esposa y mis dos niños,
te enviaremos virtualmente corazones
para que guardes en archivos de emociones
y que conserves de mi,
todo el cariño.