Entre el celaje rojo
del sumo horizonte
mi corazón te arrojo
minetras se oye el sinsonte.
Allá tu imagen miro,
está en ese cielo
y el aire que respiro
es el aire de tu vuelo.
Impactante sol asoma
el rojo con su lumbre
mientras la luna se toma
su descanso en una cumbre.
Ambos te ven serenos
en tu fulgor fluorescente;
la luna en ratos amenos,
el sol, está sonriente.
El horizonte se aclara,
el panorama se despeja;
amanecer, mañana clara
y tu imagen que se aleja.
La realidad me retoma
y vuelvo a las ansias mías,
Oh! – Por Dios! – siento tu aroma;
dices: Amor, buenos días…
Alviz Neleb
Octubre 18 de 2011
7:42 a,m, - Martes