Hoy sentí a las esferas lucir relampagueantes,
le pedí a Dios, que llenara mi vida de fortunas,
de la mejor vestimenta,
para salir a tu encuentro,
en mi mente pude imaginarme junto a la locura de Dalí,
al ingresar por el tronco de ese árbol
y poder sentir el agua cerca,
atravesar los océanos
con la carabela llena de mariposas,
recorrer esa autopista coronada por tus cabellos,
dejar tu imagen pegada a mis libros de cuentos.
De repente, me encontré en el camino
con el alma inundada de fortuna por desearte,
rasgado entre mis ropas,
sentí que podía ser el Rey de tus instantes,
las rosas, acompañaron mi andar por el sendero,
sentí el dolor de las espinas enquistadas en heridas viejas,
los pétalos encarnados alivianaron la carga,
le pedí a Dios encontrarte, aunque tan solo sea un instante,
deseche los mitos que dejan a los viejos fuera del amor soñado,
sentí que no debía dejar pasar más tiempo
sin poder decir a la mujer que amo, que la quiero
y vivir enamorado envejeciendo en el amor mismo.
No quiero renunciar a encontrarte,
para llegar al final junto al olvido
junto a mis entrecortados suspiros,
me ayudo a levantarme a mi mismo,
he aprendido a sentir,
sé, que no debo dejarte en la ausencia,
reservo mis versos mas intensos
para que suelten sus alas
el momento en que te sienta entre mis brazos.