1- DESDE AQUI TE AMO
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¡Desde aquí te amo!
De los verdes cerros coronados
y sus piedras de reposo decoradas.
De la mínima loma donde el horizonte
amplia la ejecución del paso.
Desde el urbano verde inventado
que sienta como la forja y su ardor
donde se queman las colmenas/
Desde tus plantas de firme tierra.
De mi propia mirada que fija
la alquimia con que disuelves la acuarela/
Desde el sigilo de los pisos del otrora/
Del hilo del planeta antes de la rueca
cuando los mimosos gatos lucían colmillos gigantes
y nadie conocía el racimo de la uva/
Del tiempo del dibujo en la roca.
Del lenguaje gestual que acariciaba
cuando amor sin palabras se pronunciaba igual.
Te amo de la altura que planea sin parapeto.
De la senda trabajada de la hormiga/
¡Te amo amor!
Desde que el trigo hizo en ti su morada
y el cerezo trepó sus delicadas ramillas a tus senos/
Desde cada filamento de tu pelo
donde desciendes a tu antojo el aroma del cedro, te amo
con mi amor emparentando de palomo en celo/
Si te yergues, inclinas o reposas
en la castidad de la lana diurna
o en la noche preñada de estrellas
cuando entras tu perfume rociando la pared con tu arte de elixir/
Te amo desde tus bordes laterales
a tus planos frontales sinuosos
cuando descorre el paño tus turgencias
y a tu flanco posterior le susurro voces claras,
despliego ramas en tu espalda
y besos de amor en palabras.
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2- EL DESLIZ DEL POETA
Te obsesiona dulce poeta,
el salitre manando de las pieles apetitosas.
Nace tu sueño donde la copa y la sed
pertenecen a las inquietas bocas y
en el vientre se juntan
los bellos pechos de una doncella
congregando el rojo labial/
Te anula el pensamiento,
exalta instintos y sentires
cuando te pierdes
entre largas piernas coronadas de selva cubierta/
Amplias caderas que retiran el viento al amblaje y
se multiplican en las sienes,
rondadas hélices en dos pináculos sorbentes/
¡Lo sé!
Por que tu verso se acerca
a un ejercito de caníbales hormigas/
Donde la lluvia se hace ducha compartida/
¡Lo sé por Ti y por Mí!
Porque nada corona más que una lengua que gira,
ni una leche azul de dos cerezos rosas/
Nuestras sedes penden
de la mujer que paladeando miel en su boca
con dulce corazón de ron embriagado/
Algunos dirán... Lascivia o lujuria/
Solo es amor de instinto sentido,
palabra y ternura,
piel en fogata, aliento compartido,
serena paz, placet de embajador/
Planeta único de Venus-Milo,
donde las plumas destilan nuestros sudores.