Se que a veces piensas en mi,
que a veces, callada en tu silencio,
entre suaves susurros me nombras,
aunque a mi imagen la escondas
cuidadosamente entre sombras;
cuando llego pronto a tu pensamiento
a nadie si quiera me has nombrar,
para tu realidad no perturbar;
aunque en algún crepúsculo anaranjado
me has de llegar a recordar,
así como el tiempo que sutilmente
nos entregábamos para amar;
que cuando tu mirada esta clavada
en el ondulante reflejo de un lago,
miras recuerdos de una vida pasada;
no sé si a veces quisieras aquel
recuerdo volverlo a abrazar,
hacerlo realidad y no dejar
las cosas simplemente al azar;
aunque espero que cuando me piensas,
sea con amor y que lo sientas.