Cuídame,
que temo perderte,
dejarme tan libre
es contraproducente.
Átame,
con tu amor elocuente,
ese lazo invisible
pero de todos, el más fuerte.
Búscame,
en lo que queda de tu alborada
y entre la noche que me sumerge
con tu esencia en la almohada.
Siénteme,
por los jardines, alada,
suspirándole al viento
que sin ti yo no tengo, nada.