Si tuviera
que describir la soledad
que me haz dejado con tu partida,
nada en el
mundo alcanzaría
para poder decir lo que siento.
El alma se me
consume, el corazón
ya no lo siento, el aliento es muy lento,
mi vida es
todo un lamento.
No me pidas que te olvide
porque no lo puedo
hacer
me enseñaste a adorarte
mas no a padecer.
Siempre vivirás en
mi alma
aunque ya no estés conmigo
siempre seré tu brisa
y tu serás mi
cobijo.