Al amigo de sueños,
Al ser imaginario
que retorna a mi vida después de larga ausencia
Aquel que se asemeja al que me acompañaba
en mis juegos de infancia, cuando caprichosa
me retiraba sola a mi rincón secreto
al duende que unas
veces se convierte en real y otras es etéreo,
invisible, volátil, impalpable
al ser que en cuerpo, alma y mente
habita allende mis fronteras
Aquel que siempre he presentido
que existe en mil palabras
que me cuenta de andares y algunas confidencias
en reducidos textos,
con palabras que son sólo letras y signos,
pero tan poderosas,
que estremecen mi mente
y mis frágiles huesos
con la fuerza del sismo,
con la furia del viento
con la brillante luz del rayo en la tormenta
Al amigo que el tiempo cruzó en mi camino
a manera de oasis
calmando mis angustias
y alimentando mis sueños