Tu mirada es mi deseo más profundo
Luna del día y Sol de mis noches
contrapones el tiempo en tu mundo
e invades el mío con derroches
de simpleza y de complejidad,
de confianza y de inseguridad,
de tristeza y de felicidad.
Tan contradictoria eres
como mis razones para amarte
y sin embargo eres el equilibrio
entre la ciencia y el arte,
entre la mañana y la tarde,
entre la vida y la muerte,
entre amarte y odiarte.
Aun así mi musa bipolar
ya he elegido el lado
al que he de remar.
Remo hacia tus costas,
el límite entre tus firmes tierras
y tus revueltas aguas,
eso eres tú, el armonioso lugar
donde se encuentran
la sequedad de la arena
con la humedad del mar.