Bonito salado y generoso
así eras tú
así te recuerdo yo,
mi piel aun se estremece
cuando recorro tu cuerpo desnudo
caminado por tu acera,
alumbrado por la farola
que escupía luz en la noche
para no sentirse sola
Eran años del que dirán
donde las miradas eran secretas
y las lenguas víboras indiscretas,
bajo llave la conversación nacía
en boca de tus vecinas,
escondidas por su pañuelo
murmuraban mirando al suelo,
obsesionadas en saber
lo que paso el día anterior,
eran verdaderos periódicos
de lo que ocurría a nuestro alrededor,
Pero eso forma parte del ayer
ahora que no están
sus bocas ya no amargan,
pero la soledad se convida
entrando de casa en casa
llenando espacios sin vida,
desde que te deje
desde que me fui de tu lado
nada es igual todo ha cambiado,
por eso a veces
cuando en retratos te miro
la nostalgia me invade
robándome un suspiro.
Bajo el olvidado polvo
de mí perdido pasado,
aloje mis infantiles lágrimas
junto a tu extenso diario,
deje mis años de infancia
de inocencia total
encerrados en el armario
que escondía mi portal,
en la calle que nos despertaba
paseo cuando la añoranza
con sus pies descalzos me alcanza,
veo como tu humedad crece
se pega en tu cuerpo
mojando tú fría piel,
y percibo tu sabor
ese sabor que viví a diario
sabor a ti sabor a barrio.