Tengo tantos jardines como tú no imaginas.
Son floridos, hermosos, crece en ellos la vida,
con amor los cultivo, les dedico mi tiempo,
en su tierra fecunda sólo se da el amor.
Mi jardín de alegrías está lleno de nidos
hay senderos azules y blancas margaritas,
hay aves que se arrullan, se escuchan los latidos
del agua, de la tierra, como un gran corazón.
Mi jardín de recuerdos tiene muchos colores,
hay perfumes mezclados, sobre todo de azahares,
azahares de mi boda, día feliz si los hubo,
de aquel día coronado de ternura y pasión.
Mi jardín de tristezas tiene una rosa negra
que nació cuando partiera de esta vida mi amor.
Se fué tan pronto y tan irremediablemente
dejando en mi vida un río de llanto y dolor.
Mi jardín de esperanzas tiene un enorme sauce,
su sombra nos cobija a las palomas y a mí
el arroyo nos canta, nos cantan los jilgueros,
estalla aquí la vida, es un jardín de amor.
En este jardín verde, de rosas y de orquídeas
no existe la cizaña, no existe el desamor,
hay caricias, abrazos, alegres todavías...
hay fé, sonrisas, besos... y un aire embriagador.
Cuando tengan un tiempo sin mayores pendientes
vengan, vengan, amigos, compartan mi jardín
daremos miguitas a jilgueros y a palomas,
charlaremos por horas, haremos un fogón.
En ese fogón mágico arderán nuestros versos
y llegarán sus ascuas a lejanos confines,
su luz será vista lejos, y por tantas personas
que dirán "...hoy hablan los poetas de amor...".