Por qué esquivas la mirada
si has dicho que no debes nada,
aquel que no la debe no la teme
y si siente temor es porque
ha hecho...una sinvergüenzada.
Sabes bien que la culpa
enturbia el alma
y pone a la conciencia perturbada,
buscando una salida
que no encuentra,
por verse de repente avergonzada.
Por eso se baja la cabeza,
por eso no hay tranquilo sueño,
porque te convertiste en el dueño
de una mentira cobardemente disfrazada.
Por qué no eres sincero
y hablas claro,
segura estoy que por una traición
nadie se muere,
pero mi dignidad la cobro cara.
No viviré ni un día más
con quien me humilla,
con quien no me valora,
ni respeta mi condición
honorable de mujer.
Si te quieres marchar
no te detengo,
a donde estabas creo
que debes regresar,
mientras yo imperturbable
seguiré mi camino
cuidando de mis hijos y mi hogar.
RESERVADOS TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR:
MIRIAM RINCÓN URDANETA.