(Canción para un desvelo infantil)
La noche es clara, niña, y con sus puntas
de lápices tiernos, las hojas dibujan
ojos brillantes y dorados cuernos
en la telaraña estrellada del cielo.
La noche es clara, sí, para que juegues bajo la luna.
Mas no cortes las hojas tiernas que son como caricias
dormidas por un instante que perdura,
mientras entona la danza del que palpita...
En noches como esta con los lápices de punta
bailan los corazones que buscan las estrellas
y se despiertan las caricias a voces una…
aunque siempre son un poco las noches negras.
Las hojas frescas entonan
con las voces de sus puntas
la canción que las estrellas
les cantan a las mil y una lunas.
Cuélgate, niña, de la noche y acerca
los cuernos grandes de rinoceronte
para que las hojas tiernas a la luna
decoren rápidamente desde el horizonte.