Cada mañana me daba igual, como mecánicamente solía ser al despertar de mi letargo, empezar el día anclado a la sobredosis de tus recuerdos, como aire para respirar, como sangre de nostalgias, como alimento para nutrir sueños, así era mi rutina, ilógica, viviendo ayuno en mi irrealidad, intrascendente, forzosamente adherido a una esperanza de volver a verte entre las esquinas de mi desesperación. Y me quedaba muchas noches augurando tu vida,descifrando tus historias e incógnitas,mientras anhelante te correspondía con ternura a tu ausencia en tu pedestal no merecido...! Que ironía!...Quien más ama siempre acaba mal su historia... Aunque aquella persona no merezca un rincón en nuestros corazones...pero el corazón es ciego y hasta un poco tonto...No deja de amar tan sencillamente...Pueden decir infinidad de cosas para salvaguardar la dignidad pero hay que estar en esos zapatos ajenos para tratar de comprender el ciego corazón enamorado...Quien no ha amado no puede entender la tristeza de quien ama en su desamor...así es...