No hay magia mas grande ni dicha mas enorme, que el ser mamá. Considero que se crece con los hijos y se aprende a ser madre. Desde el primer instante en que nos sabemos embarazadas, sentimos que nos queda chico el mundo, esa es la magia mas maravillosa, el saber que en nueve meses tendremos un retoño en nuestros brazos, para amarlo, acunarlo, amamantarlo y así verlo crecer. Y... e ahí el dilema : CRECER, porque en la medida que van creciendo hay que darles espacio para que el vinculo mamá y bebe vaya dando sus frutos .
Y un día día nos dimos cuenta que crecieron, y al dar un vistazo a nuestro alrededor vemos nuestro nido vacío.
Crecen tan rápido...
Asumo que es difícil dejarlos volar, pero no imposible, por eso en mi convencimiento de que debe ser así, elegí un día ayudar a mis hijos a dar el primer paso, porque como alguna vez leí : " No puedo vivir la vida por ellos" son ellos quienes deben experimentar la difícil y arriesgada tarea de emprender su propio vuelo.
Mamá siempre estará incondicionalmente para cuando la necesiten, así será.