RICARDO ALVAREZ

POEMA VII - TU BLANCO ROSTRO - de 30 p.d.amor

 

 

Tu alma fue el destino de mi corazón

de sentina y escombro.

Mi afán de piloto ciego anduvo al tacto

bordeando el estupor de tu tierno plumaje.

Mis labios corsarios rondaron los islotes

de tus marinos salitres al momento del asalto meditado/

 

En tus pulposos capullos guardo lo perdido

y cuando tu boca de beca me otorga su tesoro

exprimo mis dolores de naufrago solitario/

De tus ojos absorbo los blancos faros

las dos infantes niñas ondinas de tu infancia.

Mi lúdica mano deshoja tus poros incrustados de pétalos/

 

¡Oh. Mujer!

Llevada del púber a la adultez

Era mi sed y mi haba de ruina desnutrida

que en tu vientre colmaron su apetito, y

los racimos ociosos de mis dedos despertaron

al impulso carmesí de tu piel abonada/

Retuercen mis manos los llorosos pañuelos,

del recuerdo amarillo del dolor y

sólo queda tu blanco rostro de gasa curativa

sanando mi corazón de estrella renacida/

 

 

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