Ayer con ternura
me atendió el pediatra
tomó mi temperatura
y me pesó, en su balanza.
Me vio los oídos
y también la panza
y me dijo: Amigo,
a ver tu garganta.
Ve tranquilo a casa
que tú estás muy bien,
me dijo el pediatra
que vimos ayer.
Alejandro J. Diaz Valero