Luis Rayo

IMPOSIBLE AMOR

 


Amor,
de tu dulzura infinita,
ya nada queda, 
ni sé si el sol calienta,
ni sé de la luna que se enfría,
ni de tus ojos que me miran
ya marchitos por esa inmensa lejanía,
que los pasos dieron muy errantes,
y de los que ya no fueron como antes.

Fuiste aquella que partió sin mí,
y siendo mi corazón de ti,

te separaste aunque me dejaste
la dulzura de tu encantadora piel.

Sí, la que se fue de mí,
la que salió en arrebato,
la que no dejó un retrato,
la que ya no quiso
ni seguir en este teatro
de imposible amor.