Delirando, delirando estoy ante ella
Por el amor que un día sentí
y que creí tenerlo por siempre.
Otro amor que se va
porque lo dejo ir.
Otra estupidez que
en mi vida cometí.
Se cerraron las puertas
teniendo yo las llaves.
Se abrieron tantas ventanas
cual si fuesen otros caminos,
mas sabía que no lo es.
Todo da vueltas,
mi vida se tuerce.
Es que tanto amor que me dio
me dejó vacío,
Tenía miedo de sufrir
Y ahora tengo miedo
de hacer sufrir.
Mi vida no es vida,
mi vida hace a otras vidas un lío.
Reclama ahora
lo que pierdo corazón.
Reclama lo que pudiste aprovechar
y no lo has hecho.
No me digas
que estas pensando en huír
Cuando no tienes ninguna salida.
Ven y aléjate como
si no me hubieras conocido;
Olvida el olvido que aparentas
y me olvidarás de verdad.
No merezco que llores
por el cobarde que prosa estos versos,
Porque ha hecho daño en tu vida,
tan sólo maldad.
Has vivido con mi aire,
con mi alma,
te lo agradezco.
El remordimiento me cohibe,
pero era lo mejor.
No podía evitar,
porque para mentir no soy bueno.
Sé que hice bien,
aunque mi recuerdo en ti
sea tan sólo dolor.
Adiós te digo y un adiós de amor.
No me vuelvas a hablar
hasta cambiar este mundo.
Déjame sin pena de tu pena,
Olvida el color del llanto
de mi causa y tu dolor.
Sé tu misma siempre,
cuando oigas al río cascar,
Porque cuando hayas vendido
el camuflaje de mi ser
Verás que valdré tan poco
como no lo creíste.
Adios melancólico,
adiós, yo soy quien se despide.
Ahora vendrán las estrellas de noche
en los días de mi sueño;
Te das cuenta que el único dueño
de este sufrimiento soy tan sólo yo,
esta vez no te miento;
tú eres de mí, ya nada,
y yo de ti ya no soy dueño.
Vida, ahora vete pronto
antes que te vea llorar,
Vete porque no ha de ser
que me arrepiente;
Mis versos, mi mundo,
mi aire, mi nada ¡nada! te siente.
Dame tu aliento último
para quedarte poco hiriente.
Seremos mundos diferentes
con la mirada al frente.
Mis te amos no eran mentiras,
mas eran dudas.
Jamás te mentí,
pero siempre estuve equivocado.
Mi adiós me duele más que tu dolor
Si supieras que nada es como antes,
no porque yo lo quise…
Si supieras que siempre en verdad te amé,
lo hice,
Pero así, lo hice
y ya no lo siento.
Vergüenza siento
al aceptar este lamento.
Adiós, te digo amor,
y de nada me arrepiento.
Adiós.