Hoy te propongo que me dejes de pensar
y lo digo plenamente con toda sinceridad,
pues mejor te propongo ser una realidad,
y propongo que nos podamos tocar.
Propongo dejar de ser en ti un pensamiento
y mejor que me dejes robarte el aliento,
y que me dejes ya de siquiera imaginar
y que mejor en tus ojos me dejes reflejar.
También te propongo que comiences a callar,
y en vez de palabras deja a las miradas hablar;
y te propongo que me regales tu bella sonrisa,
tu sabes cual, aquella que me maravilla.
Te propongo dejarnos de extrañar
y en su lugar comenzarnos a abrazar;
te propongo aprovechemos la oportunidad
que nos da la vida para disfrutar.