Mi apetito te demanda,
tanto que anda
hasta el tacto que te toca
-erizando-
mi piel que en tu piel se enroca.
Como torre de ajedrez
¡que otra vez!
acorrala, conquistando
la reina en la distancia, llevándola en volandas,
hasta un cuadro neutral donde besar su boca.
¿Es deseo este querer?
puede ser
¿pellizca sólo mi fibra?
¡quién diría!
Rotundo el corazón libra,
de sombra voraz, de duda;
y hace acuda
la respuesta se pedía:
si menguase con años; es deseo y no querer.
Pues mi querer perdura, junto a lo eterno vibra.
De sobras tengo contigo.
Y lo digo:
sopesando los pasares,
desvelando,
mansos y bravos andares
que acuñaron comprender,
¡y el saber!
Cual reclama como bando,
tu amor vista mi plaza y amante sea amigo,
que sepa completar lo que necesitares.
Porque amigo dona amor
¡y este honor!
es designio de fortuna.
E impoluto,
extrae del alma hambruna,
describe bello vergel,
con pincel
casto, de trazo absoluto.
Que habilidoso apresa con el suyo liberar,
la grandeza dotada sin perdición alguna.
318-omu G.S. (BCN-2011)