Tu bajo asombro, la moral intacta
monarcas, presidentes envidiarían,
desnuda fuente del blanco linaje
mi reconocimiento te demuestro.
¿Quién te excluiría de su séquito?
¿Pero quién te invitaría a fiestas
donde la elegancia ríe entre dientes?
Yo te invoco, me eres útil, me places,
sin tus abismos nacarados nadie feliz
sería. Mármol soslayado, abre puertas
a la sórdida mentira. Oquedad
de sueños innombrados, inconclusos,
baila esta noche sin vestido, indica
que la decencia conserva estilo…