Cabalgo sobre un fiero viento
que abruma y pinta de negro
mi azul sueño de niño.
He dormido tantas veces
embriagado de fantasías y certezas
para despertar marchito y sin aliento
sobre espinas de ignorancias.
Estoy amanecido de inquietudes
que tocan a mi puerta...burlonas
desafiando el sosiego que reposa angustiado
e hiriendo con crueldad mi letanía.
Y cual reos desolados en el aire
invaden el espacio prohibido de mi mente.
Habito la zona abandonada del desprecio
marcado de burlas por las cosas que ignoro.
Ando sobre piedras que claman por verdades
que sordas se esconden cautivas en el horizonte.
No basta la lágrima que besa la tierra y enamora al barro
para convencer a la lluvia desterrada del huerto
a que retorne con sus gotas de cristal temprano
a refrescar el árido verdor de la inocencia.
Las verdades de las cosas que no entiendo
suenan como rayos en las manos atadas de la espera.
Cubren sus rostros por las veredas solitarias
para ser devoradas por la particular sed del intelecto.
Agoniza el clamor
derrotado por voces silenciosas
que hunden sus razones ante palabras vanas
dibujadas en un marco de acertijos vacíos
confundiendo la razón con la locura.
TU...Dime la verdad...
que tantos como yo hoy reclamamos
por las escabrosas sendas de la vida.
Acaso no existe una frágil mariposa
que alumbre la obscura realidad del dolor?
LEO HENRY
(Leonardo Henrricy)