Hace tiempo que no veo nada,
nada siento, y no escucho tu susurro en la obscuridad.
Ya tiempo tiene tu aroma que se ha ido,
tu color se ha desvanecdio,
y tu temperatura ha disminuido.
No llamo a la noche para consuelo o reconforte,
no llamo a la obscuridad para mi desauceado penar,
solo te llamo a ti,
para que el descanso sea el fin.
Hace tiempo que no veo nada,
nada siento y nada temo.
No temo al colibri azul,
no temo al frio aliento de la profundidad,
y no temo al temor mismo.
Y el tiempo entreteje su red de sabiduria,
y el tiempo nos come y envenena,
segundo a segundo.
Hace tiempo que no veo nada,
nada siento y nada temo,
solo te llamo a ti,
MI LIBERTAD.