(Tonada a nuestro vivir)
A tu armonía le contare una historia
que narre los besos que son y no son
de la figura de una blanca
relativo a nuestra existencia
pues sabemos bien que es magia de la nubes y lo bonito
te invito a volar, a cantar y a soñar
en la complicidad de un presente
ya que como dijo un enamorado
no existe el pasado ni el futuro
en cambio la octava del día a día
es la que marca nuestra sinfonía.
Y en el pentagrama de nuestras caricias
déjame iniciar con una nota baja
en tus caderas
para poder tocar tu dulce acorde
al compas de las sonrisas y los abrazos,
y se bien
que a lo efímero de la sonata
diremos que no
y más SI al DO de nuestro amor
mientras el MI estará con el RE
de LA fantasía prometida
y tú en el SOL de mis palabras
y yo en la luna de tus labios.
Mas la consecuencia esta
en que el FA lo dejamos solo
para cuando venga la marea de un bemol
y debamos devolver el ritmo
de este teclado de emociones
y es que nuestro sentir
no entiende de pretextos
ni de religiones, ni de ilusiones, ni de eternidades
pues la música es libre
y vaga por el viento
se encarama en los sostenidos
hasta llegar a la nota más alta
dentro de tus oídos.
Ahora tus tiernos gemidos
irán en pequeñas corcheas
que se clavaran en mis cuerdas sensibles
de la más desesperada rima de un bolero
que busca el silencio de la miseria
mientras que a favor de la redonda
y la descarada sinceridad
no me quede más que decirte
mi musa y mi semifusa
que si tu eres la hermosa dama de mi vida
prometo nombrarte
en el ahora de una blanca
mientras dure lo que dure
la longa y la máxima de nuestro amor.