Quiero mostrar en grandes rasgos,
Porque estoy orgulloso de ser guatemalteco,
Por su gente, sus idiomas desde el ch’orti hasta el akateko,
por su gastronomia, por sus volcanes, montañas y lagos.
Instrumentos autóctonos como el tun, la chirimía,
Y la Marimba instrumento de percusión
Que dan vida a nuestra danza nativa el “son”
Entonan una hermosa melodía.
En las venas de mi corazón,
Resalta la imagen del Quetzal,
Libre e independiente ave nacional.
Sus colores místicos obtienen mi atención.
Soy de sangre azul y de blanca tez,
Como el bicolor de mi bandera,
País de la eterna primavera,
Que amare hasta el último día de mi vejez.
Los trajes típicos de mi gente son tan coloridos,
Que atrapan la mirada de extranjeros y nacionales,
Con sus colores tan peculiares,
Que toman el control de mis sentidos.
En la noche, las calles empedradas son bañadas,
desde el Norte al occidente,
como del sur al oriente,
Con los rayos de la luna plateada.
soy guatemalteco, soy chapin
Y estoy feliz por haber nacido en este país,
Fui alimentado con frijoles y maíz,
Sin faltar los chuchitos, tamales de carne y tamales de chipilín.
Visita las ruinas de Huehuetenango y Petén,
O deleita tus pupilas con las aguas cristalinas de Semuc Champey,
Te harán sentir como rey,
¡Guatemala, nuestro huerto del Edén!