Lenord
Gracias por la gran felicidad,
Gracias por la gran felicidad,
que ni diez millones llegarían a dar,
gracias por las uvas de tu boca,
que fueron cayendo hasta tomarme todas.
Y por aquel vino de la pasión,
que tu le serviste a mi corazón,
ni bandeja de oro ni un jarrón,
fueron necesario en esta prisión.
Solo un rehén solo un amor,
solo mis sentidos solo mi razón,
estas lindas cosas que ahora son,
solo se lograron bajo un dolor.
Bajo de tus ojos que ahora son míos,
siempre se escondieron muchos delirios,
siempre ocultando nuestra verdad,
para no saber lo que es amar.