Tú en ese velero que viajas por la vida
Vas surcando con las manos llenas de dichas,
De los proverbios que resaltas
para todos quienes te escuchamos,
con ese corazón que te brilla la nobleza,
la fortaleza que se te extiende hasta las orillas de la paz
y se desborda la luz ahogando penumbras
en el rincón del desentendimiento,
desde el paradero de los destellos
donde construyes cada madrugada,
como el fruto que desgranas
y nos caen en el pecho como argumentos
para la sonrisa de muchos mundos
que van caminando a veces en el vaivén
de la desesperanza ,
De aquel concepto sublime que se te extraña en la ausencia,
de todos los momentos que vendrán a tu lado a reclamarte el sol,
yo te vi mujer fundir los cambios, acelerar el latido de las estaciones,
hurtar miradas de admiración de los que te conocen a media voz,
ahí donde hilvanas a las primaveras,
de toda esa inmensidad, y de todas las heridas que extinguirás
te saludamos nosotros tus hijos, tus hermanos, tus amigos...
Si algún día se te cierra la mirada, no habrá música en los cielos,
las aves apenas caminaran por el viento,
la primavera perderá el perfume de tus pilares,
nuestros abrazos quedaran perdidos en el crepúsculo,
y la tierra, el mar, las esquinas de la imaginación
quedaran tan vacíos todos...
En tu llanto, en tu alegría, en tu espera, en tu soledad,
recuerda siempre que se generan artes,
seguirás siendo la guía de este velero,
hasta donde nos lleve el viento,
hasta donde nos lleve el triunfo de la vida...