Cuando sueñen las campanas
allí te estaré esperando,
perdido entre un lecho de nada
y arrullos silenciados.
Te dedicaré mil canciones
de estrofas incoherentes,
en las que solo se describa
todo lo que mi alma siente.
Te regalaré el anhelo
de nunca encontrar razón
para amarme en el desvelo
de una vida sin amor.
Seré mártir de tus demonios
y amante de tus defectos,
no habrá ningún sueño
que a tu lado sea imperfecto.