Extraño tu aroma,
silvestre por las mañanas.
Extraño tu sonrisa,
como brisa, suave caricia.
Tu piel delicada,
tangible hasta los huesos.
Pronunciar tu nombre,
como el sonoro eco.
Profanar tus pupilas,
sin temor a nada.
Sentir tu cuerpo,
como un anhelo.
Tener tu alma,
es mi mayor trofeo.
Tu carácter salvaje y fino,
adicción con conocimiento.
Extraño tu silencio,
en mis pensamientos.
Extraño tu presencia,
luz de mi existencia.