Yo sentí aquel temblor
en medio del pecho,
afuera había un ángel
y yo sentí latir más fuerte,
la pensaba en mi corazón,
podía sentirla tan cerca
y sin embargo ya nada era,
un simple papel, unas letras
y ya no estaba allí,
el aire como la trajo en mi respiración
así tan tenuemente la llevó
y la dejó partir…
Fue solo un suspiro
un suave suspiro en la piel
y yo retuve el aliento
por un momento
sentí
sus cabellos al viento,
volando,
su sonrisa tierna,
su cuerpo girando,
girando, girando…
el sol tan fuerte en la tarde
de un lugar tan lejano
y tan amado
y desconocido por mi,
de pronto brotaban canciones
de árboles dorados
y había niños con banderas
en la veredas
en silencio
saludando al porvenir.
Sus ojos viéndome a su lado
girando y girando
y sus manos se fueron soltando
y mis dedos se quedaron allí
suspendidos en un tiempo
durmiendo el pasado
sin ella y sin mi....
No, mi Virgen María, no,
nunca imaginé tanto,
nunca sentí a nadie llegar
tan dentro de mi…
el pecho se me aprieta
y mis ojos se fuerzan
para no buscarla,
para no verla,
para no decirle que la amo,
para no encontrarla
y así no dejarla mas ir...
prefiero llorarla,
prefiero,
prefiero ya nada…
Mi habitación está sola,
vacía y oscura,
mi alma ya no es alma,
estoy abrumado
y mi sueño no quiere decir
que no quiero enamorarme
ni quiero hacerla sufrir…