Una vez sentado en la terraza de mi
hogar , te vi pasar , eras como toda las
jóvenes de mi pueblo , delgada , de pelo
largo , de caminar melodioso , de sonrisa
resplandeciente , tus brazos tersos , se
movían en el oleaje del viento , tu veleta
era la falda extensa que te cubría , esa
tarde de sol durmiente , me enamoré de
ti , quise seguirte , no me atreví . . .
pensé si ella puede verme , tambien me
sentirá , su rostro girará , yo estaré
presuroso a sonreir . . . y asi fue , giraste
tu bello y alargado rostro , jamaz nos
separamos , hoy unidos estamos en
esta tardes de ensueño .