Ven a mi, querida mía,
con mi corazón en la mano…
Te espero.
Mi alma triste tanto anhela,
escuchar tu sonrisa aquí presente,
no me tiene cuidado de cuan lejos estés,
porque solo al pensarte,
se que estas a unos pasos,
y yo aquí ¡extrañándote!
Mi corazón y mi alma,
en tu fragante aroma ha encontrado,
aquella poesía jamás inspirada,
con solo olfatear tus rizos cabellos.
Ven amada hacia tu esposo,
apresúrate amante de mi corazón,
dueña de mis sentimientos,
encantadora de mis ojos,
alegría de mi corazón,
confidente de mi alma.
Por todo lo que eres y serás.
Te amo
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Elias Lucas.
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