Sin haberte oído llegar
hoy tu amor me conmovió,
llenando mis días de paz
con el dulzor de una canción.
Sin haberte visto venir
me refugié en la fantasía,
sorprendida de encontrarte aquí
en los versos de mi poesía.
Sin querer te adueñaste
de una hermosa parte de mí,
esa que sueña con amarte
y despertar siempre junto a ti.
¿Qué es lo que has hecho?
si ya no sé como olvidar
ese sentir convertido en sueño
que busca perderse en tu mirar.
Y otra vez... aquí estás...
te encuentro en mí, niño mío,
con tu melodía vuelves a inspirar
este amor en cada latido;
que naufraga en mi corazón
y te sueña aquí conmigo,
con la esperanza y la ilusión
de sentirte cerquita mío.
Ceci Ailín