guardo en su mesa de noche
lo necesario para ser feliz.
una dedicatoria en un libro:
(que estas palabras sean un abrazo constante)
un olvido eterno
un recuerdo, que no quiso devorar el tiempo
un poco del aroma de su melancolía,
un beso inventado, y jamas jamas consumado
una mirada.... ay... esa mirada
y un abrazo de despedida.