Evocando palabras que saben a tu nombre
Evocando ausencias que saben a lamentos
Evocando recuerdos en lo más recóndito del viento
evocando silencios que saben a silencios
silencios …silencios.
Estoy en la vereda de mi melancolía
Evocando recuerdos que me saben a muerte
A muerte de mis antiguas alegrías,
De mis locas fantasías a muerte…a muerte.
Ya nada queda de aquellas dulces horas
En que tú me mirabas y florecían mis sonrisas,
ya nada queda de la niña inquieta
que reía audaz emocionada y coqueta
ya nada queda…ya nada..ya nada.
Te llevaste el susurro que me traía el viento
Te llevaste el perfume de las flores de mayo
Con las que aromatizaba mis sueños
Te llevaste mis sueños…mis sueños.