Romanticologo

Hacerte el amor

Puedo sentir la humedad de tu cuerpo, estás expuesta a mi arsenal de caricias, besuqueos y palabras susurradas con pasión a tus oídos. Expreso pensamientos que vienen a la mente, la multitud de mis voces perspicaces narran a  mi deseo de poseerte la manera de cómo hacerte el amor.

 

Cerca de ti mi cuerpo, el tuyo debajo sobre la cama de rosas, tu cabello lacio es regado por la esencia de primavera que traen los pétalos, mis caricias cantan esa canción del amor que siento por ti.

 

Quiero correr delante de tu mirada, pero mis ojos piden ser cerrados para besarte y trasladarme a otro lugar, a mi lado las llamas de velas que dan luz a la pasión que está a punto de desatar, y las sabanas desacomodadas y tu cuerpo desnudo recuerda lo vulnerable que soy a tu figura.

 

Poco a poco se van calentando más y más mis ganas, mis besos tratan de ser tiernos pero tal es el grado de efervescencia que se crea un conflicto entre mi pasión y mi amor, quiero poseerte mujer.

 

 Solo se escucha el sonido de los besos que dan nuestros labios que van alimentando el silencio en el lugar, el frío hace estremecer los cuerpos y por eso buscamos calor bajo las sabanas para sentir más la pasión.

 

Mis manos que regalan manoseos a tu espalda, van quitando los pétalos de rosas que quedaron apresados en el sudor de tu cuerpo, mis labios exploran todo tu cuerpo y tú experimentas infinidad de sensaciones que te transforman.

 

Es el momento, ya quiero devorarte, mis manos tiemblan pues están sometidas a la adrenalina que libero ante tanta presión, a veces balbuceo, no pienso con claridad las palabras pues tu cuerpo me causa tal grado de excitación que solo me hace desearte, y es entonces cuando el momento ocurre, ya pruebo de tu cuerpo, cobro todos los intereses que me debías, vivo un sueño que es realidad.

 

Y cuando todo termina solo queda el fantasma del momento, el cansancio en tus piernas y mis labios mordidos.

 

 Esperando recobrar fuerzas.

 

Una botella de champaña puesta en el hielo se abre y las copas en nuestras manos se chocan para brindar por la ocasión, en ese momento me enamoro más de ti.