Fernando Curiman

Sigue

“Hasta aquí llegó el letargo !” suspiró el joven soñador. El anciano que lo miraba despectivo palmoteó su hombro con orgullo y una sonrisa paternal.
Básicamente lo básico y protocolar llegó hasta el tope de lo estético. Las estrellas chuecas de colores comienzan a mermar cuando tu llegas.
Oh glorioso fantasma colectivo!
te haces presente una vez más como tantas otras. Trayendo el valor consiente a esas manos que sostienen verdades cartonescas.
Con el puño alto y la garganta rasgada, miles de miles caminan despertando los somnolientos edificios que han visto tu aparición mas de una vez entre las gentes.
Que se escuche fuerte y claro que se escuche fuerte y claro!, pues seguiremos gastando el asfalto con nuestro sublime andar.
Que la muerte no sea tope, sino estimulo. Que el fantasma no se vaya en el momento de los obsequios